La nueva era financiera ya no se escribe con hojas de cálculo, sino con inteligencia artificial.
Gartner reveló las 10 tecnologías donde los CFOs planean invertir más en los próximos años, y la tendencia es clara: el futuro de las finanzas es inteligente, automatizado y en la nube. El 50% de los líderes financieros ya planean aumentar significativamente su inversión en GenAI y Machine Learning. ¿La razón? Quieren transformar su función financiera de un centro de control... a un motor de decisiones estratégicas en tiempo real.
Pero el camino no está libre de obstáculos. Muchas empresas aún luchan con sistemas fragmentados y automatizaciones que no conectan los puntos. Además, el 87% de quienes ya tienen un ERP planean reemplazarlo o actualizarlo. ¿Por qué? Porque los nuevos ERP en la nube ahora integran inteligencia artificial y analítica avanzada, permitiendo a las áreas financieras entregar insights a escala y con velocidad nunca antes vista.
Entonces... ¿tus sistemas están construyendo el futuro o frenando tu avance? En Cawhi, te ayudamos a evaluar, rediseñar y escalar tu estrategia tecnológica con foco en ROI, agilidad y alineación total con tu visión de negocio. ¿Cómo aprovechar al máximo la GenAI sin fragmentación? ¿Cuál es el momento ideal para actualizar tu ERP? Si aún no tienes respuestas, hablemos. El cambio ya comenzó.
¿Estás listo para enfrentar las amenazas comerciales que se vienen en 2025? Según Gartner, los líderes de ventas están navegando un campo minado de desafíos emergentes: desde la presión por crecer a bajo costo hasta la disrupción provocada por la inteligencia artificial generativa (GenAI). La nueva realidad exige mucho más que solo alcanzar metas; se trata de anticipar lo que viene antes de que te pase por encima. La figura del Chief Sales Officer (CSO) se redefine en un mundo donde Gen Z está revolucionando los equipos de venta y los compradores son cada vez más jóvenes, más digitales y menos humanos.
Gartner advierte: los CSOs deben adaptarse o quedarse atrás. Con la proliferación de la desinformación, la crisis de salud mental en ventas y los constantes cambios en el C-Suite, la resiliencia organizacional ya no es opcional. El uso de GenAI como herramienta de aceleración comercial también trae consigo riesgos que pocos están preparados para enfrentar. ¿Tienes una estrategia clara para navegar estas aguas turbias? ¿Sabes cómo conectar con el nuevo comprador digital o cómo rediseñar tus procesos de ventas para equipos cada vez más jóvenes y diversos?
Aquí es donde Cawhi puede marcar la diferencia. Te ayudamos a repensar tu estrategia comercial con enfoque en innovación, posicionamiento estratégico, análisis de tendencias y adaptación tecnológica. ¿Estás aprovechando el poder del análisis de redes sociales o del valor de vida del cliente? ¿Tu narrativa de marca está lista para captar la atención en esta era hiperconectada? Si estas preguntas te incomodan, es porque es momento de actuar. Hablemos, y hagamos de estas amenazas tu mayor ventaja competitiva.
¿Equipo o grupo de ventas? La diferencia que cambia todo
Cuando hablamos de un “equipo de ventas”, muchas veces no entendemos el verdadero peso del concepto. Quienes llevamos años en este oficio sabemos que hay una distancia abismal entre una unidad de trabajo que realmente funciona como equipo y otra que es solo un grupo de personas vendiendo.
He sido testigo —más veces de las que quisiera— de comportamientos que erosionan cualquier posibilidad de colaboración: llamadas filtradas para “quitarle” un cliente a un compañero, secretarias sobornadas para redirigir prospectos, agendas revisadas sin permiso, reportes falsificados para reclamar comisiones ajenas, e incluso adulaciones estratégicas a los vendedores estrella para obtener beneficios personales.
Pero también he tenido el privilegio de ver lo contrario. He visto a vendedores con buenos resultados invitar a otros —menos afortunados en ese momento— a cerrar ventas juntos. He visto cómo comparten prospectos, cómo se apoyan mutuamente para visitas, cómo celebran los logros del equipo y no solo los propios. Ese tipo de unidad no se construye con discursos, se construye con acciones.
Y no, esto no es una visión romántica del trabajo en equipo. Es una diferencia real que impacta directamente en los resultados. Cuando hay equipo, hay motivación, sentido de pertenencia, respaldo, metas compartidas. El trabajo individual se convierte en motor del éxito colectivo. En cambio, cuando solo hay un grupo, el ambiente se vuelve pesado, competitivo en el peor sentido, con poca identificación hacia la empresa y sin más incentivo que el próximo cierre individual.
Una unidad que funciona como equipo vende más, retiene mejor a sus talentos, y construye relaciones comerciales más duraderas. Porque vender no es solo cerrar tratos, es también abrir puertas, dentro y fuera de la organización.
¿Estás vendiendo… o solo estás cotizando?
En los equipos de ventas, hay una pregunta que deberíamos hacernos con frecuencia:
¿Estoy vendiendo… o solo estoy enviando cotizaciones?
Con los años, he visto cómo muchos vendedores —con buenas intenciones, pero poca conciencia del proceso— se convierten, sin notarlo, en simples tomadores de pedidos. Personas que responden solicitudes, preparan presupuestos, hacen el seguimiento básico… pero no influyen, no asesoran y, sobre todo, no cierran.
Vender no es enviar un PDF.
Vender es guiar, descubrir, proponer, convencer.
Un tomador de pedidos espera que el cliente ya sepa lo que quiere. Un vendedor consultivo hace las preguntas correctas para descubrir lo que el cliente realmente necesita. El primero habla de productos; el segundo, de soluciones.
Uno cotiza. El otro persuade.
He conocido vendedores que preparan tres cotizaciones por día y no cierran ninguna. Y también he conocido otros que hacen una sola propuesta a la semana, pero la convierten en una venta sólida, con cliente satisfecho y posible recompra. ¿La diferencia? No estaban esperando a que el cliente les dijera qué quería. Ellos lo ayudaron a descubrirlo.
Hoy más que nunca, necesitamos volver al centro de lo que realmente significa vender:
conectar con el cliente, entender su situación y ayudarlo a tomar una buena decisión.
Una cotización puede ser parte del proceso, sí. Pero si no hay conversación, asesoría, escucha y estrategia… no hay venta. Solo hay un archivo más en la bandeja de entrada del cliente.
La Experiencia del Cliente y el Customer Journey Map: Claves para el Éxito
En un mercado cada vez más competitivo, la experiencia del cliente (CX) se ha convertido en un factor determinante para el éxito de cualquier negocio. Las empresas que ofrecen experiencias memorables no solo fidelizan a sus clientes, sino que también generan recomendaciones y mejoran su reputación. Una herramienta clave para optimizar esta experiencia es el Customer Journey Map.
¿Qué es la Experiencia del Cliente?
La experiencia del cliente es la percepción general que un consumidor tiene de una empresa basada en sus interacciones con ella. Esto abarca desde la atención recibida hasta la facilidad de uso de un producto o servicio. Una experiencia positiva puede marcar la diferencia entre un cliente recurrente y uno que nunca regresa.
Customer Journey Map: Un Viaje a Través del Cliente
El Customer Journey Map (Mapa del Viaje del Cliente) es una representación visual de todas las interacciones que un consumidor tiene con una marca a lo largo del tiempo. Esta herramienta permite a las empresas comprender cómo se sienten los clientes en cada etapa de su relación con la marca y detectar oportunidades de mejora.
Etapas del Customer Journey Map
Conciencia: El cliente identifica una necesidad y empieza a buscar información sobre cómo resolverla.
Consideración: Evalúa diferentes opciones, compara precios, características y opiniones de otros usuarios.
Decisión: Se inclina por una opción y realiza la compra o contratación del servicio.
Uso y Retención: Experimenta el producto o servicio y valora si cumple sus expectativas.
Lealtad y Recomendación: Si la experiencia es positiva, el cliente puede convertirse en un embajador de la marca y recomendarla a otros.
Beneficios de Crear un Customer Journey Map
Identificación de Puntos de Dolor: Permite detectar barreras o problemas que afectan la experiencia del cliente.
Optimización de Procesos: Ayuda a mejorar la eficiencia y la fluidez de la experiencia del usuario.
Personalización: Facilita la creación de estrategias de marketing más ajustadas a las necesidades del cliente.
Aumento de la Fidelización: Al mejorar la experiencia, se fortalecen las relaciones con los clientes y se reduce la tasa de abandono.
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